Hartazgo Empresarial

¿Siempre dan la razón al trabajador?

UNA SITUACION EXTREMA

Hay mil y una causas en las que la relación de tu empresa con uno de sus trabajadores se ha tensado de tal forma que repercute negativa y drásticamente en el propio funcionamiento interno de la misma.

Actualmente las relaciones intralaborales son un mecanismo de precisión entre los diferentes departamentos y todo va interrelacionado. Cuando falla simplemente un diente de cualquiera de las ruedas que compone el mecanismo, este se para, se desvía, o produce cualquier alteración que perjudica el buen funcionamiento de esa maquinaria. E inequívocamente, con el tiempo, antes o después, el mecanismo se va a parar.

Trasladándolo al ámbito laboral, cuando algún elemento, de cualquier departamento, desde el mas alto al más bajo del escalafón falla, tu empresa tiene un verdadero problema.

Cuando has intentado por todos los medios a tu alcance que esa situación se arregle, has intentado enderezarla, la has engrasado con el mejor lubricante posible, lo han visto los mejores técnicos, has aplicado todos los procedimientos establecidos y, aún así, sigue fallando, tienes que tomar una solución drástica. Tienes que cambiar ese elemento. Tu propia supervivencia, o la de la empresa, va en ello. No cabe otra.

TIENES QUE PENSAR EN EL FUTURO DE TU EMPRESA Y ACTUAR.

UN PLANTEAMIENTO SERIO

Para llevar a cabo este acto bajo un prisma profesional y sobre todo efectivo, planteamos una solución con dos objetivos básicos, uno el que el despido pueda ser declarado Procedente, e implícitamente el segundo, que el costo para la empresa sea lo mas bajo posible o nulo.

Hay que partir de la premisa de que el acto fundamental en cualquier despido es la redacción de la “Carta de Despido”. Es el documento que va a marcar el devenir de todo el proceso, pues sobre ella se va a basar cualquier argumentación, tanto a favor como en contra, por parte de los actuantes en todo el camino hasta su resolución, bien por Sentencia, bien por Conciliación o bien por acuerdo previo entre las partes.

La redacción de esa carta, su argumentación legal, la inclusión de todas las pruebas conseguidas y su proporcionalidad, y la estructuración y el porqué de todo el conjunto, será la que determine en gran medida, o todo, la decisión ultima que tomen los que deben juzgar el caso.

Evidentemente, y esa es nuestra principal fortaleza, el que, el que ha redactado esa Carta de Despido y sabe porque esta redactada así, porque esto va allí y no aquí, como se llego a tal prueba, cual fue su preparación, etc, etc, en definitiva, el que ha dirigido toda la estrategia previa, sea el que la defienda ante los diferentes estamentos Laborales y Judiciales, proporciona una fortaleza legal incuestionable.

NOSOTROS REDACTAMOS, NOSOTROS DEFENDEMOS.

UNA RESOLUCION FAVORABLE

Pues ahora respondemos al subtitulo del encabezamiento, y la respuesta es NO. No siempre dan la razón al trabajador.

De las 350.000 sentencias de media que se realizan en España, casi el 20% son favorables a las empresas, y un porcentaje similar podrían serlo igualmente si se hubiesen hecho las cosas bien desde el principio.

Los jueces son sensibles, en gran parte, a las argumentaciones de la empresa si están bien hechas, bien razonadas y bien documentadas. Los fallos y contradicciones de una carta de despido son mayoritariamente el motivo de que una sentencia sea desfavorable para la empresa. Minimiza este riesgo, y tus posibilidades de victoria y satisfacción moral que lleva implícita, crecerán de forma exponencial.

Si cuentas con una Empresa Especializada en ello tienes dos ventajas, la primera, por supuesto, esa especialización y Know How que posee que la da una seguridad en lo que hace, y la segunda, y no menos importante, que no “quemas” a tus propios Servicios Jurídicos de cara a las relaciones laborales futuras que tendrán en el devenir diario de tu empresa.

LA SATISFACCIÓN DE TENER RAZÓN, Y QUE TE LA RECONOZCAN.

UN COSTO RAZONABLE

Habitualmente, y cuando se ha llegado a ese punto de tomar la decisión de despedir a ese trabajador/colaborador/socio, ha pasado una gran cantidad de tiempo por lo que, lógicamente, la indemnización a la que te puedes enfrentar es muy sustanciosa. Y no siempre viene en el mejor momento de tesorería de tu empresa, pero lo tienes que realizar y punto.

El conseguir que ese despido sea declarado procedente, o que con las pruebas de todo tipo que se puedan aportar, lograr un Acuerdo en unas condiciones muy favorables a los intereses de la empresa, es el fin que te deberías marcar a la hora de empezar a pensar en ese despido.

Un Despacho Jurídico tradicional, en la que por supuesto hay grandes profesionales, suele tener un “encorsetamiento” que le hace perder agilidad y flexibilidad. Y sus Honorarios son altos y fijos con lo que, de entrada, da igual que ganen o pierdan, ellos cobran por el acto en si.

Un Servicio Jurídico de la propia empresa, tiene la ventaja del conocimiento de la realidad cercana de la misma, pero, por ese mismo motivo, tiene influencias personales y empresariales en el caso.

Y, además, siempre se va a ver “salpicado” en el futuro en todo el devenir de las relaciones laborales habituales que su puesto lleva inherentes. Comité de Empresa, negociaciones de convenios, etc,etc.

Un Servicio Jurídico externo especializado en estos casos, como DESPIDYA®, tiene la ventaja de su Know How, de ver las posiciones de la empresa y su problema desde un prisma externo libre de influencias internas, con lo que se centra en el caso de una manera mas “técnica” y yendo al objetivo sin influencias de las partes.

Y sus Honorarios, indexados al resultado de sus gestiones y actos, siempre legales, generan un considerable ahorro a la tesorería de la empresa, pues no dejan de ser un porcentaje de la diferencia entre lo que le costaría a la empresa si se declarase el despido improcedente y lo conseguido en la Sentencia o acuerdo.

VINCULAMOS NUESTRO HONORARIOS A NUESTRA EFECTIVIDAD.